Gracias Lana

Hoy nos ha dejado Lana, compañera incondicional de mil aventuras, de 10 años de horas de oficina y maestra de la vida. Es mucho lo que un perro te puede enseñar y como en muchos otros temas, viviéndolo se da uno cuenta del trasfondo de las cosas.

Si hay algo que un perro sabe mejor que nadie es el significado del amor incondicional, te quiere así, sin condiciones, y el rencor o la indiferencia no entran en su esquema mental. Es algo para lo que los humanos parece que no estamos preparados, nos cuesta y mucho.

Otra lección de vida ha sido el concepto del “aquí y ahora”, algo tan de moda en un mundo de frenesí, desbocado por los “likes” y el éxito a toda costa. Si quieres saber lo que es la plena consciencia observa a un animal. Él te lo puede enseñar.

Pero si hay algo especial que hemos aprendido gracias a esta fiel compañera ha sido la gran diferencia entre ser líder y ser jefe. Es un concepto muy particular que no todos los perros pueden enseñarte. Hablamos, en el caso de Lana, de una raza animal seleccionada a lo largo de miles de años para tirar de un trineo donde el humano va detrás de los perros, son ellos los que en última instancia pueden tomar una decisión que te salve la vida. Un labrador o un pastor belga nunca podrían ser buenos perros de trineo porque obedecen a ciegas y eso en la nieve puede ser la muerte. Un Husky recibe la orden del musher y la cuestiona. Si la orden es ir recto pero considera que el hielo no está lo suficientemente firme elegirá otro camino. Es por eso que los Huskys se caracterizan por cuestionar las ordenes siempre, la imposición no vale con ellos, hay que convencerles y eso lo convierte en un perro difícil porque no es obediente. Esa es la lección, el jefe impone el líder convence. Un Husky no acepta jefes y mucho menos aquellos tan desequilibrados como para utilizar la violencia, es algo que tienen claro pero muchos dueños que eligen a estos animales por su estética no tanto. Ellos buscan líderes. Quienes han trabajado con nosotros saben de lo que hablamos, la imposición nunca ha sido nuestro método y el diálogo y el consenso son dinámicas imprescindibles en nuestra forma de actuar. Lo hemos leído en muchos libros y se lo hemos oído a muchos expertos pero ha sido Lana quien de verdad nos ha enseñado a aplicarlo en la vida. El camino de las decisiones conjuntas basadas en el convencimiento es mucho más largo, pero es, sin duda, firme y sólido como un lago bien congelado. Gracias Lana.

Aquí encaja la siguiente gran enseñanza, la motivación basada en la empatía. Difícilmente puedes motivar a alguien si no te pones en su lugar. Si no le hablas en su lenguaje, para eso es imprescindible aprender a pensar como el otro. Lana nos enseño que por muy perro que fuese tenía su propia psicología y eso implicaba que conociéndola se le podía motivar. Quien tiene un Husky sabe perfectamente que el Husky no se escapa, eres tú el que no quiere salir con él. Cuando la acogimos porque su dueña anterior no podía con ella no nos podíamos imaginar que con tan solo mes y medio lo que nos venía era un lobo hecho y derecho. Dominante, rebelde e inteligente, al mínimo despiste se había subido a la mesa y salía corriendo con un suculento filete, igual que cuando se intenta amaestrar a un lobo. Le hicimos el test de dominancia de Campbell y tenía el nivel más alto, aquello era un cocodrilo con pelo. La verdad es que nos asustamos pero no nos quedaba más remedio que ponernos y vaya si nos pusimos. Nos pegamos una empollada tremenda sobre psicología canina y especialmente sobre esta raza tan peculiar (por aquel entonces no existía el encantador de perros). La cosa cambió como la noche y el día. Poco a poco fuimos aprendiendo a conocer a las personas, a ponernos en su lugar y a entender la vida en sus circunstancias, el término compasión y consciencia adquirieron un nuevo significado. Aquí es nuestros hijos e hijas quienes estarán tremendamente agradecidos/as porque Lana nos ha enseñado también la diferencia entre educar y amaestrar, la motivación como energía motriz y el rechazo tajante a la violencia en cualquiera de sus formas. Este vídeo resume en 30 min lo que nos ha costado una vida aprender:

También entendemos perfectamente de donde nos vienen nuestras reacciones ante un comportamiento hostil o contrario a lo que consideramos ético, no seguimos por ese camino, enseñamos los dientes (ponemos límites) y dejamos de ser obedientes (no hacemos aquello que es contrario a nuestros principios). Así era ella.

Gracias Lana por estos 10 maravillosos años que sin ti no hubiesen sido tan maravillosos, gracias por todos esos momentos, por estar ahí siempre pasase lo que pasase, gracias por esa sonrisa nórdica incondicional. Gracias peluncha.