El ‘Primer Encuentro de Emprendores Centro UNESCO Gran Canaria – Canarias Investiga’ concluyó el pasado jueves en el Gabinete Literario

Alguien que monta un negocio solo para ganar dinero es un empresario, pero no un emprendedor. Este, además de hacer de su actividad un modo de vida, debe encontrar un «traje a medida» para su negocio en base a sus fortalezas personales. Estas fueron algunas cuestiones apuntadas durante el ‘Primer Encuentro de Emprendedores’ organizado el pasado miércoles y jueves por el Centro UNESCO Gran Canaria y Canarias Investiga, un foro que da su primer paso y pretende continuar en el tiempo.

El objetivo es recoger casos concretos de emprendeduría en Canarias para compartirla con el público, así como propiciar un espacio de encuentro donde intercambiar experiencias y establecer contactos personales.

Este foro contó además con una jornada, la del jueves, destinada a emprendeduría social, iniciativas que buscan un cambio social profundo y duradero, y no beneficio económico.

El presidente de Gabinete Literairo, Juan José Benítez de Lugo, intervino en primer lugar el pasado miércoles, en la inauguración del Encuentro, para señalar la importancia de aprovechar nichos y oportunidades, y avanzar que las conclusiones del dicho Encuentro serán aprovechadas para futuras actividades del Centro UNESCO Gran Canaria que él mismo preside.

Arturo Boyra, director de Oceanográfica, una empresa orientada a la divulgación de la ciencia y protección del litoral marino, apuntó que una opción es trabajar en la economía del bien común. «Un planteamiento de creación de microáreas marinas protegidas en Canarias era descabellado, y ahora tenemos más trabajo del que podemos asumir», comentó. «El municipio de La Aldea, con un índice de paro del 40%, ahora es un referente estatal de gestión marina sostenible. Eso demuestra que con ayuda, una pequeña administración puede innovar y romper moldes», apuntó Boyra.

«La mayoría somos gente del montón, se trata de encontrar nuestras potencialidades, con la actitud. No hace falta tener muchas capacidades, pero sí conocerse», señaló Boyra sobre el perfil del emprendedor.

Fernando García Torcelly dirige Sylion, una empresa de software que cuenta con clientes como Apple. «Para mí ser emprendedor es el objetivo, algo que te gusta y que convierte tu proyecto en el centro de tu vida», comentó. «Es mi pasión, lo que disfruto, aunque es muy duro. Si solo eres empresario para ganar dinero, se hace muy cuesta arriba. Un vendedor de muebles es un empresario, pero el que monta un Ikea es un emprendedor», quiso dejar claro.

Ena Cardenal, diseñadora gráfica con varios premios internacionales, habló precisamente de su experiencia. «En mi caso no quería trabajar en empresas, salí horrorizada del mundo de la publicidad y la única alternativa era inventarme algo. Como mucha gente hoy, tienes que inventarte una oficina», comentó. Pero eso tiene riesgos también. «La adicción al trabajo es agotador, y tienes que tener claro no querer volver a lo anterior. Yo soy un poco adicta al trabajo, y entiendo que hay gente que no quiere esa vida».

Javier Hernández, del Programa Emprende de la Fundación Universitaria de Las Palmas, habló de «poner en valor nuestras fortalezas, y que la idea sea lo más cercana a ello». Para este fin, señala Hernández, «hay que buscar un traje a medida que se acerque lo máximo posible a nuestro perfil». Sin olvidar que «todos emprendemos en diferentes situaciones de la vida. El terreno económico conlleva otra metodología. Incluso emprender dentro de una empresa. La idea de la Fundación Universitaria es que hay un camino, no solo éxito o fracaso.

Emprendeduría Social

La segunda jornada, el jueves 18, contó con la presencia de varios proyectos sociales. Barrios Orquestados, una iniciativa musical para niños de los barrios periféricos de la capital grancanaria, fue uno de ellos. «Trabajamos la sensibilización musical también con los padres, no solo con los niños», apuntó Andrés Bethencourt, explicando que esa experiencia vital les servirá para muchos aspectos de su vida.

Otro de los proyectos sociales presentes en el Encuentro fue Café d’Espacio, un lugar de encuentro autogestionado para asociaciones y colectivos. Marifé Navarro, su actual presidenta, comentó la necesidad de multiplicar lugares de este tipo, y algunos retos como el lograr una sostenibilidad económica sin renunciar a los principios que impulsan este proyecto.

Xavier Aparici ha conseguido convencer al Cabildo de Gran Canaria para utilizar fincas abandonadas de titularidad pública para formar pequeñas cooperativas agrarias en torno a estos terrenos, y contribuir así a una economía más social donde la persona esté en el centro de la misma.

Lo mismo desde Comisiones Obreras, donde Antonio Pérez, secretario Insular de Gran Canara, habló de la necesidad de orientar esfuerzos desde su sindicato hacia los colectivos de desempleados, en relación con lo comentado por Aparici.

Por último, Celso Domínguez de Río, responsable de Formación del Centro UNESCO Gran Canaria, habló del perfil del emprendedor, haciendo hincapié en que no se requieren grandes dotes innatas, pero sí asegurarse un buen grado de formación incluso a nivel técnico.